El comerciante Giovanni Jiménez blanco del atentado
Negocio que fue rociado con gasolina
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Cristian Mercado

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Cinco personas estaban dentro del negocio al que adolescente venezolano le prendió fuego

Era un negocio de venta y recarga de extintores.

Una tragedia de gran magnitud estuvo a punto de ocurrir en la noche del lunes en el barrio San Roque, en el centro de Barranquilla, cuando un adolescente, de nacionalidad venezolana, roció gasolina frente a un establecimiento comercial y luego le prendió fuego.

Sin embargo, el joven no contó con suerte y apenas a los cinco segundos pasó una motorizada de la Policía Nacional en patrullajes de rutina que lo persiguió y lo aprehendió.

La fatalidad pudo ocurrir en el negocio porque habían cinco personas en el establecimiento al momento del acto de intimidación cuando el fuego se apoderó de la fachada del negocio que curiosamente es de venta y recarga de extintores.

Giovanni Jiménez, propietario del local  ‘Recargas y ventas de extintores San Blas’, blanco del atentado, contó que pasadas las 11 de la noche, “estaba viendo el noticiero en el cuarto y me pegó un olor a humo, las puertas estaban encendidas, las llamas llegaban arriba, entonces el hijo mío ya venía bajando, cogimos un extintor y sofocamos el fuego, no dejamos que se metiera, nos quemaron las tres puertas y la ventana”.

Negocio que fue rociado con gasolina

Mientras Giovanni sofocaba las llamas, otros integrantes de su familia abrían las esteras metálicas que estaban aseguradas con candados en su parte interior.

Al salir del local los residentes en el inmueble, ya las autoridades habían aprehendido al joven venezolano al que llevaron hasta el CAI de San Roque. El joven estaba drogado.

En el caso particular del señor Jiménez, este reconoce que no recibió amenazas directas de extorsionistas pero sí recientemente habían distribuidos panfletos amenazantes en el sector.

“Unos panfletos hechos en hojas de cuaderno con lapicero”, dijo.

El comerciante reclamó: “Sí se le pide al Alcalde seguridad, estos muchachos no dejan trabajar a nadie”. 

Negocio que fue rociado con gasolina